El Miedo es una emoción que funciona como un sistema de señales que provocan un estado de alerta, por lo que nos protege de riesgos reales y se presenta ante situaciones nuevas, por lo que es una suerte de reto por vencer.
Desaparece con el tiempo y con la comprobación reiterada que somos capaces de dominar aquello que nos asusta; conforme el niño va creciendo se enfrenta a situaciones nuevas por lo que es normal que sienta miedo.
El aprender a manejar y superar sus miedos es necesario para su desarrollo como ser humano.
En cada momento de desarrollo los niños van expresando temores típicos regulados por determinados momentos vitales.
No importa la autenticidad del riesgo sino que es lo que puede hacer el niño y los adultos que lo rodeamos. Por ello es necesario conocer los temores propios de cada edad.
0 a 2 años
Su miedo se centra en caídas, desplazamientos repentinos, luces fuertes y en general toda estimulación intensa; presencia de extraños, dormir sólo, mudanzas y llegadas de hermanitos.
Para estos temores es importante hablarles sobre lo que va a ocurrir y estar atento al estilo de reacción del niño para servirle de filtro y apoyo.
2 a 5 años
Además como los niños van haciendo más cosas solos empiezan a darse cuenta que pueden fallar y se sienten vulnerables.Es importante alentarlo y asegurarle que siempre se estará a su lado para protegerlo
6 a 10 años
Los miedos surgen a la oscuridad y en la posibilidad de quedarse solos, sufren de pesadillas y sueños ligados a los temores de la escolaridad. Estos temores son provocados porque en esta edad los niños ya saben leer y leen libros o ven programas televisivos que presentan tragedias o accidentes, y ellos se centran en lo malo temiendo que lo que leen o ven les ocurra a ellos.
En esta etapa no se debe restar cariño por fracasos escolares; además se debe comentar con los niños sobre las noticias traumáticas que escucharon, buscando soluciones y realizando prevención en caso que ocurran.
EL MIEDO DE UN NIÑO REALZA
EL PODER DEL ADULTO
EL PODER DEL ADULTO
Por existir esta tendencia hay que saber manejarla y evitar el uso del miedo como arma para conseguir lo que queremos.
CONSEJOS
- Es importante respetar lo que dice el niño de sus temores
- Hay que ayudarlo a darse cuenta de que es normal sentir miedo, pero haciéndole ver que lo que ahora parece peligroso podrá enfrentarlo poco a poco.
- Lo mejor es que el niño se entere por sus padres que todos los seres humanos tenemos miedo.
- Cuando un temor sea superado debe tomarse como un hito y servir de ejemplo en el futuro.
FOBIAS
Si los temores interfieren con el desempeño cotidiano del niño hablamos de FOBIAS que se expresan a través de comportamientos que resultan desproporcionados a la intensidad del hecho. La conducta parece estar fuera de un control voluntario.
Para estos casos es necesario la ayuda de un profesional.
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